El dolor invisible, Cuando perder una mascota duele como perder a un ser humano.
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La muerte de un animal de compañía puede dejar una herida tan profunda como la pérdida de un familiar. Estudios de la Universidad de Hawái revelan que el 30% de las personas experimentan un nivel de dolor comparable al duelo por un ser humano cuando fallece su mascota.
En Colombia, donde seis de cada diez hogares conviven con animales, este tipo de dolor sigue siendo un tabú social.
Liliana Carvajal, psicóloga clínica especializada en duelo, explica que el vínculo con las mascotas va más allá de la simple compañía. “Generan rutinas diarias, ofrecen amor incondicional y dan sentido a la vida de muchas personas.

Cuando mueren, no solo desaparece un animal, sino todo un mundo de afectos compartidos”.
El duelo por mascotas suele complicarse por factores como la eutanasia o la falta de reconocimiento social. “Muchos pacientes me cuentan cómo reciben frases como ‘era solo un perro’ en lugar de comprensión”, comenta Carvajal. Esta invalidación puede llevar a que el dolor se prolongue o se viva en soledad.
Cinco claves para transitar el duelo por una mascota de forma saludable:
1. Validar el dolor: No minimizarlo ni dejarse invalidar por frases como “era solo un perro”.
2. Ritualizar la despedida: Hacer una ceremonia simbólica, escribir una carta, plantar un árbol en su honor.
3. Hablarlo con personas empáticas: No todos entenderán. Busque quienes sí lo hagan.
4. Aceptar emociones diversas: Desde la tristeza hasta el enojo, la culpa o el alivio.
5. Transformar el recuerdo en legado: Conservar fotos, escribir anécdotas, donar en su nombre.
